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Llibert Villar es actualmente el vicepresidente de la Amical de Mauthausen, la asociación creada en Barcelona el año 1962, por un grupo de supervivientes republicanos españoles que habían sufrido la deportación a diferentes campos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Su madre se reunía con otras viudas de deportados para hacer valer sus derechos ante el gobierno de la República Federal de Alemania que había establecido unas indemnizaciones para las familias directas de las víctimas de la deportación.
Luis Villar Fornas, el padre de Llibert, había nacido en Barcelona el 6 de junio de 1900. Se dedicaba al transporte de mercancías con un camión de su propiedad. Cuando se produjo el golpe fascista contra el gobierno legítimo de la República se alistó voluntario y fue destinado al cuerpo de Intendencia realizando transporte por carretera entre Barcelona y Valencia. Los recuerdos que Llibert tiene de su padre son escasos pero muy intensos y de forma muy especial lo explicaba con motivo del 50 aniversario de la fundación de la Amical: “Le recuerdo cuando yo tenía cuatro años, poco antes de la retirada republicana. Vivíamos en una planta baja en la calle Nápoles. Mi padre me estaba pelando unas castañas y de repente la aviación fascista empezó a bombardear, me cogió del brazo y salimos corriendo hacia el refugio. Estaba lleno de colchones y de gente acobardada que vivía allí”. Pocos días después Luis marchó y al despedirse de su mujer se justificaba diciendo: “yo no he hecho nada, pero si me quedo me matarán por ser republicano...cuando termine el conflicto, volveré”.
En Francia permaneció un tiempo en el campo de refugiados de Argelès. Escribió varias cartas a su familia explicando la situación a la que se enfrentaba, cartas que fueron destruidas por su mujer por temor a posibles represalias de los franquistas. La historia personal del padre de Llibert se mezcla con la de los miles de republicanos alistados en alguna de las Compañías de Trabajadores que se habían formado en los campos de refugiados. Abandonados a su suerte, después de la invasión alemana, fueron detenidos muchos de ellos entre finales de mayo y principios de junio de 1940. Luis fue uno de ellos. Tras su detención fue trasladado al stalag VIII C en Zagan (Polonia) y, posteriormente, al XII D en Trier, desde donde salió en un convoy, junto a otros 770 republicanos, hacia un destino desconocido. Llegaron a Mauthausen el 25 de enero de 1941 y a Luis le correspondió la matrícula 4087. Dos meses y medio más tarde lo trasladaron a Gusen (matrícula 11932) donde resistió hasta el 7 de diciembre, fecha en que se registró su fallecimiento.
Llibert explicaba los motivos por los cuales está vinculado a la Amical: “una parte importante de la mi vida la he dedicado a conservar la memoria de mi padre. He llevado la memoria de la deportación a los jóvenes después de hacerme socio y cuando he podido disponer de más tiempo libre tras la jubilación”
